La crisis de 1929, también conocida como el Crash de Wall Street o el colapso de Wall Street de 1929, ocurrió en un periodo de grandes cambios económicos y sociales. Durante los Años Locos o la «Era del Jazz», Estados Unidos experimentó un auge económico significativo tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918). La industrialización, el avance tecnológico y el desarrollo del mercado de consumo impulsaron la economía estadounidense a niveles sin precedentes.
Industrialización masiva: Grandes empresas, como las del sector automotriz (Ford) y manufacturero, crecieron rápidamente.
Expansión del crédito: Se introdujeron formas de financiamiento accesible que permitían a los ciudadanos endeudarse para adquirir bienes como automóviles, electrodomésticos y, crucialmente, acciones en la Bolsa de Valores.
Optimismo generalizado: La confianza en el mercado era tan alta que muchos creían que las acciones solo podían subir, lo que impulsó a más inversores a participar.
Sin embargo, este crecimiento estaba basado en fundamentos económicos débiles que llevarían al inevitable colapso.
La especulación es un proceso mediante el cual los inversores compran activos con la esperanza de venderlos más tarde a un precio más alto. En la década de 1920:
Muchos inversores comenzaron a comprar acciones con la expectativa de obtener rápidas ganancias.
Las acciones alcanzaron precios inflados que no reflejaban el valor real de las empresas. Esto creó una burbuja especulativa, una situación en la que los precios suben artificialmente por la alta demanda.
El acceso al crédito barato permitió a muchos ciudadanos e inversores comprar acciones a margen. Esto significa que podían pagar solo un porcentaje del valor de las acciones con su propio dinero y el resto lo obtenían a través de préstamos.
Si el valor de las acciones subía, los inversores podían venderlas y pagar la deuda, obteniendo una ganancia.
Sin embargo, si el precio de las acciones caía, los inversores no podían cubrir sus deudas, lo que generó pérdidas masivas.
La política monetaria del momento no era capaz de frenar la especulación.
La desigualdad económica creciente significaba que la mayor parte de la riqueza estaba concentrada en una pequeña parte de la población, reduciendo la demanda real de bienes y servicios.
La sobreproducción industrial generó un exceso de bienes que no podían ser consumidos por la población trabajadora, cuyos salarios no crecían al mismo ritmo que la economía.
En octubre de 1929, varios inversores comenzaron a vender sus acciones al percibir que los precios estaban sobrevaluados. Esto desencadenó:
Quiebras masivas: Muchas personas y empresas quedaron en bancarrota al no poder pagar sus deudas.
Desempleo: Las empresas comenzaron a cerrar, aumentando las tasas de desempleo drásticamente.
Pérdida de confianza: El colapso del mercado llevó a una profunda desconfianza en el sistema financiero.
La crisis de 1929 fue el punto de partida de la Gran Depresión, una década de recesión económica global que tuvo las siguientes repercusiones:
Contracción del comercio internacional: Los países impusieron aranceles proteccionistas, lo que redujo el comercio mundial.
Desempleo mundial: Las tasas de desempleo se dispararon en Europa y Estados Unidos.
Cambios políticos y sociales: La crisis dio lugar a nuevas políticas económicas, como el New Deal de Franklin D. Roosevelt en EE.UU.
El Crash de 1929 no solo sacudió a Estados Unidos, sino que tuvo repercusiones devastadoras en la economía global, afectando tanto a Europa como a los países en desarrollo:
Europa y la contracción del crédito estadounidense:
Europa, que aún luchaba por recuperarse de las deudas y destrucción de la Primera Guerra Mundial, dependía en gran medida de los préstamos y el flujo de capital provenientes de Estados Unidos. Con la caída de Wall Street, los bancos estadounidenses retiraron financiamiento extranjero, lo que llevó a la quiebra de bancos europeos y al desplome de industrias claves. Países como Alemania y Reino Unido enfrentaron recesiones severas, exacerbadas por políticas proteccionistas como los aranceles de Smoot-Hawley.
Crisis en países exportadores de materias primas:
Naciones latinoamericanas, africanas y asiáticas, que dependían de la exportación de productos como café, caucho y petróleo, sufrieron drásticas caídas en los precios de sus bienes. Esto provocó recesiones profundas, desempleo masivo y conflictos sociales.
Reestructuración del sistema financiero global:
El colapso reveló la fragilidad del sistema financiero internacional, incentivando cambios como el abandono del patrón oro por varios países. Esto marcó el inicio de una reconfiguración de las políticas económicas, sentando las bases para organismos como el FMI y el Banco Mundial en décadas posteriores.
El Crash de 1929 transformó no solo las economías nacionales, sino la estructura económica global, revelando la interconexión de los mercados internacionales.
Especulación: Inversión en activos con el objetivo de obtener beneficios rápidos, a menudo ignorando los riesgos.
Burbuja especulativa: Situación en la que los precios de los activos suben muy por encima de su valor real debido a la demanda excesiva.
Compra a margen: Práctica de comprar acciones utilizando préstamos, pagando solo una fracción del valor total.
Desigualdad económica: Situación en la que la riqueza está concentrada en una pequeña parte de la población, limitando el consumo general.
Pánico financiero: Comportamiento irracional y colectivo de venta masiva de activos por miedo a pérdidas.
Gran Depresión: Periodo de recesión económica mundial que comenzó tras el Crash de 1929 y duró aproximadamente una década.
New Deal: Conjunto de políticas económicas implementadas por el presidente Franklin D. Roosevelt para combatir la Gran Depresión.
El Crash de Wall Street de 1929 fue el desplome de la bolsa de valores de Nueva York que ocurrió en octubre de 1929. Marcó el inicio de la Gran Depresión, una crisis económica global que duró más de una década. Durante el colapso, los precios de las acciones cayeron drásticamente, arruinando a inversores y bancos.
Las causas del Crash de 1929 incluyen especulación excesiva en la bolsa, compra de acciones a crédito (margen), sobreproducción industrial y agrícola, y una desigualdad económica creciente. Estos factores crearon una burbuja financiera insostenible que estalló en octubre de 1929.
📉 El Crack de Wall Street ocurrió principalmente el 24 de octubre de 1929, conocido como Jueves Negro, seguido del 29 de octubre de 1929 (Martes Negro), cuando los precios de las acciones cayeron de manera catastrófica.
El Crash de 1929 provocó una crisis global. La economía de Estados Unidos se desplomó, el comercio internacional se redujo drásticamente y muchos países sufrieron desempleo masivo, quiebras bancarias y pobreza generalizada.
Las principales consecuencias del colapso de 1929 incluyen una caída del PIB mundial, millones de personas desempleadas, cierre masivo de bancos y empresas, pérdida de ahorros y una crisis humanitaria que afectó a todos los niveles sociales.
La Gran Depresión comenzó en 1929 y duró aproximadamente hasta finales de la década de 1930. En Estados Unidos, la recuperación total se logró con la Segunda Guerra Mundial en los años 40.
Estados Unidos se recuperó gracias al New Deal, un conjunto de políticas implementadas por el presidente Franklin D. Roosevelt que incluyeron reformas bancarias, programas de empleo y proyectos de infraestructura. La Segunda Guerra Mundial también impulsó la economía con un aumento en la producción.
El Crash de 1929 fue el detonante que inició la Gran Depresión, una crisis económica global que se extendió durante la década de 1930 y afectó a millones de personas en todo el mundo.
El Arancel Smoot-Hawley fue una ley de tarifas comerciales aprobada en 1930 en Estados Unidos, cuyo objetivo era proteger la industria nacional mediante el aumento de aranceles sobre miles de productos importados. Sin embargo, tuvo efectos negativos, incluyendo los siguientes:
Fuente:
Biblioteca del Congreso de EE. UU. |
Libro del Centenario de la USITC (Capítulo 7)
The National Bureau of Economic Research (NBER):
El NBER es una fuente confiable para estudios económicos históricos, incluyendo análisis sobre el Crash de 1929 y la Gran Depresión.
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