Guía completa de viaje a Dublín en 3 días con niños, en la que descubrimos sitios con mucha historia, parques llenos de vida, arte por las calles y rincones que descubrimos. Viajamos en familia, con ganas de conocer, y esta ruta está pensada justo así: para que todos, adultos y menores, adolescentes o no, disfrutemos por igual, y con muchos momentos para recordar.
Antes de lanzarte a recorrer la ciudad, hay cosas clave que conviene saber si viajas a Dublín en familia. Desde el tipo de alojamiento que mejor funciona con niños, hasta cómo moverse por la ciudad sin estrés. Aquí te dejamos los detalles que nos ayudaron a disfrutar desde el primer día.
Nosotros volamos con Air Lingus en un vuelo directo y todo fue según lo esperado… aunque, tratándose de aeropuertos, «lo esperado» siempre viene con una pizca de incertidumbre: retrasos, maletas dando vueltas por el mundo o algún gate cambiado a última hora. Y ojo, no somos haters de las aerolíneas, como viajeros comprendemos que los errores ocurren.
Un detalle importante: al hacer la reserva, optamos por volar los cuatro con equipaje de mano. Curiosamente, ese equipaje de mano tuvimos que facturarlo sí o sí, aunque sin coste adicional. A efectos prácticos, fue como facturar maletas normales. Así que, si viajas en familia, no tiene mucho sentido pagar 70 € por trayecto para llevar una maleta grande, cuando puedes facturar cuatro pequeñas sin coste. Para un viaje de 3 o 4 días, es más que suficiente… a menos que viajes como una Kardashian y necesites traer medio vestidor.
Nosotros optamos por ir en autobús Aircoach y escogimos un billete de ida y vuelta para los 4 por aproximadamente 12 € cada uno, total unos 48 €.
Gran debate… y como siempre, cada uno tiene sus preferencias, ¡y su presupuesto! En general, los hoteles en Dublín nos parecieron caros en comparación con otras ciudades, y la diferencia de precio con respecto a un Airbnb era prácticamente inexistente.
Dicho esto, para un alojamiento familiar en Dublín nosotros optamos por alojarnos en un hotel. De hecho, siempre que podemos, elegimos la cadena Premier Inn.
El hotel que escogimos fue el Premier Inn Dublin City Centre (Gloucester Street South), y este fue el presupuesto total:
Las habitaciones para cuatro personas son reducidas, especialmente en lo que respecta al espacio de armario, pero para una estancia de hasta cuatro días te adaptas sin problema. Es más que suficiente.
El desayuno nos pareció muy bueno: fruta fresca, las típicas beans, huevos fritos, bacon, lácteos, cereales… y algo dulce para cerrar el apetito.
Además, el hotel está a solo 10 minutos andando del centro de Dublín, así que en cuanto a ubicación, también un acierto.
Viajar en familia requiere cierta preparación, especialmente cuando se viaja con niños pequeños. En nuestro caso lo hicimos con adolescentes, lo que permite cierta improvisación, pero sigue siendo importante tener en cuenta ciertos detalles. Aquí compartimos varios consejos que nos ayudaron a que todo fuera más sencillo y agradable:
Nosotros solemos llevar botellas metálicas que conservan bien el agua fría, y siempre un buen chubasquero o ponchos que cubran hasta los tobillos. ¡Muy prácticos cuando la lluvia aparece de la nada!
Este es el resumen de nuestro viaje familiar a Dublín. Más abajo te cuento cada lugar con detalle, fotos y consejos, pero aquí va una visión general por si te ayuda a planificar mejor:
Nuestro primer día comenzó temprano, con un desayuno muy completo y temprano en el hotel, porque a las 10:30 ya teníamos reserva para visitar Kilmainham Gaol, una de las visitas más impactantes de nuestro viaje. Si estás organizando el vuestro, aquí va un consejo vital: las entradas para esta cárcel son muy difíciles de conseguir, sobre todo si viajas en temporada alta. Estuvieron días sin disponibilidad, pero nos enteramos de que cada mañana, sobre las 9:30 h, liberan algunas entradas en su web. Tuvimos suerte y conseguimos cuatro justo a tiempo.
Desde nuestro hotel, el Premier Inn Dublin City Centre – Gloucester Street South hasta la cárcel de Kilmainham Gaol son unos 5km y 23 minutos en coche. Era temprano y optamos por Uber, y aunque había algo de tráfico, llegamos sin problema. El trayecto costó unos 20 €.
Durante la visita a Kilmainham Gaol se puede acceder al courthouse original, construido en 1820. En esta imagen se aprecia el interior del espacio junto al texto informativo que explica cómo funcionaba este lugar de juicio y condena para presos de todas las edades.
Peluca judicial y gorra negra utilizadas como parte del atuendo ceremonial de los jueces y que se colocaba únicamente al dictar una sentencia de muerte. Un elemento impactante que refleja la dureza del sistema judicial de la época.
Puerta de celda de hierro con su mirilla característica. Esta puerta refleja la austeridad y rigidez del sistema penitenciario de la época, donde mujeres, hombres y menores prisioneros estaban encerrados en espacios muy limitados y vigilados constantemente.
Si llegas con tiempo antes de tu visita a Kilmainham Gaol, una excelente opción es explorar los alrededores. Muy cerca se encuentra el Irish Museum of Modern Art (IMMA), cuyos jardines son ideales para un paseo tranquilo.
Recorrimos el IMMA Garden Walk, un sendero que atraviesa lo que fue el antiguo monasterio de St. Maighnean. El entorno es amplio, sereno y perfecto para relajarse o estirar las piernas antes de adentrarse en la historia que ofrece la antigua prisión.
Sí, es una visita imprescindible en Dublín. La experiencia en Kilmainham Gaol fue, sin exagerar, una de las más emocionantes de todo nuestro viaje. Nuestro guía fue excepcional: transmitía cada historia con pasión, emoción y un profundo respeto.
Esta antigua prisión cuenta la historia moderna de Irlanda: hombres, mujeres, niños y niñas fueron encarcelados aquí, muchos de ellos por razones políticas. La visita tiene una carga emocional potente, pero es también profundamente educativa.
Aunque pueda parecer un lugar difícil para los más pequeños, para preadolescentes y adolescentes es una experiencia muy enriquecedora, casi como un viaje al pasado. No vamos a adelantar demasiado para no hacer spoiler, pero podemos asegurar que es una visita impactante e inolvidable para toda la familia.
La visita guiada a Kilmainham Gaol se realiza exclusivamente en inglés y, por el momento, no hay opción de guía en español. Sin embargo, está disponible una guía en español muy completa que puedes descargar fácilmente antes de tu visita.
Nosotros la utilizamos y resultó ser una herramienta muy útil para seguir el recorrido y comprender mejor la historia del lugar.
Puedes descargar aquí la guía en español para Kilmainham Gaol desde nuestra sección de descargas.
¿Aún no tienes tus entradas? Puedes comprar las entradas para Kilmainham Gaol desde este enlace oficial.
El edificio Brunel está situado en el distrito de Heuston South Quarter y destaca por que su fachada es de vidrio curvado con un diseño contemporáneo.
Aunque el Brunel Building es un edificio de uso corporativo (para empresas), su presencia escultural y su integración en un entorno reurbanizado lleno de cafés, tiendas y espacios abiertos lo convierten en un punto interesante para pasear, fotografiar y comprender cómo Dublín está reinventando sus espacios industriales con una mirada hacia el futuro.
Ubicación: Military Rd, Saint James, Dublín, junto al Royal Hospital Kilmainham.
Superficie: 7 200 m² de oficinas A‑grade distribuidas en 12 plantas.
Urbanismo: El proyecto incluyó la demolición de nueve grandes naves industriales del antiguo complejo, transformando la zona en un moderno espacio urbano.
Rehabilitación ambiental: Se retiraron materiales peligrosos como amianto y tanques de petróleo subterráneos mediante técnicas especializadas.
Sostenibilidad: Diseño contemporáneo con fachadas dobles, eficiencia energética y vistas panorámicas que integran el edificio con el entorno histórico.
Fuente: JJRhatigan
Croppies Acre Memorial Park se ubica en la ribera norte del río Liffey, justo al cruzar el Frank Sherwin Bridge. Es un espacio verde sereno, cargado de simbolismo, desde el que se obtienen vistas panorámicas muy pintorescas del río y de la ciudad. Ideal para una pausa fotográfica o reflexiva durante el paseo.
Ubicación: A orillas del Liffey, frente al Museo Nacional de Irlanda – Decorative Arts & History.
Contexto histórico: Dedicado a los rebeldes irlandeses de la rebelión de 1798, conocidos como “croppies” por su corte de pelo jacobino.
Significado: Se cree que muchos insurgentes fueron enterrados aquí tras el fallido levantamiento contra el dominio británico, apoyado por Francia.
Valor actual: Un espacio de memoria y reflexión, con un diseño sobrio que invita al silencio y al recuerdo.
Consejo personal: Detente en el puente y toma una foto del parque con el río de fondo; es una de las postales menos conocidas de Dublín.
En la mañana del 3 de abril de 1970, el Garda Richard Fallon fue asesinado cuando intentaba detener a unos ladrones armados durante un asalto al Royal Irish Bank en Arran Quay. Por su valentía, recibió a título póstumo la Medalla de Oro Scott, el mayor reconocimiento de la Garda Síochána.
En 2022, se colocó una placa conmemorativa en el edificio donde ocurrieron los hechos (hoy llamado Real Nation), en homenaje a su servicio. 📍 Puedes verla en el número 24 de ArranQuay, Dublín 7.
St. Paul’s es un antiguo edificio de la inglesia católica construido en 1835 y ubicado en ArranQuay. Nos resulto curiosa su cúpula de cobre y el campanario italiano de tres etapas.
Este edificio no es St. Paul’sChurch (Iglesia de Irlanda), situado en North King Street, Smithfield, Dublín.
Si solo vas a visitar un pub en Dublín, que sea este. The Brazen Head, ubicado en Bridge Street, está considerado el pub más antiguo de Irlanda. Según registros, ya existía una hospedería en este lugar en el año 1198, aunque el edificio actual data de 1754. También aparece mencionado en documentos de 1653, lo que demuestra su enorme valor histórico.
De hecho, si este pub fuera una persona, tendría los telómeros más largos de todo Dublín. (Si has leído La saga de los longevos de Eva García Sáenz de Urturi, entenderás la referencia; si no, te la recomendamos: ¡un enfoque fascinante sobre la longevidad!).
El local conserva un ambiente tradicional, con rincones acogedores, música en vivo y un patio interior con mucho encanto.
La Catedral de la Santísima Trinidad, más conocida como Christ Church Cathedral, es uno de los templos más antiguos e icónicos de Dublín.
Puedes visitarla por libre o con visita guiada (con coste adicional). Consulta horarios y precios en su web oficial.
En el exterior hay una curiosa instalación sonora que permite «escuchar con los huesos«: hay que apoyar los codos en la plataforma o raíl de hierro y taparse los oídos para sentir el sonido del entorno a través del cuerpo. Nosotros no oímos demasiado, la verdad. Algo debimos de hacer mal.
Dublinia está justo al lado de Christ Church Cathedral y es un museo interactivo perfecto para familias y curiosos de la historia.
Puedes comprar una entrada combinada con Christ Church Cathedral en el mostrador de Dublinia.
Ideal para quienes no usan el Dublin Pass, aunque también está incluida con él.
Puedes reservar el pase con todo incluido en el siguiente enlace: Dublin all inclusive pass – hellotickets.es
Construido en el siglo XIII sobre un antiguo asentamiento vikingo, el Castillo de Dublín fue durante siglos el centro del poder inglés y británico en Irlanda. Desde 1922, tras la independencia, es sede de actos oficiales del gobierno irlandés y una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.
Podrás explorar:
También puedes visitar gratuitamente el Museo de la Garda y la Biblioteca Chester Beatty, ambos dentro del recinto.
Cómo visitar:
Tienes dos opciones:
Si prefieres descubrir el castillo desde el exterior dentro de un tour más amplio por Dublín, puedes reservar esta
visita guiada al Libro de Kells y Castillo de Dublín con guía en español.
TheCustom House o casa de aduanas es uno de los edificios más conocidos de Dublín, tanto por su historia como por su papel actual en el funcionamiento del gobierno irlandés. A continuación, respondemos a una seríe de preguntas que pueden interesar a turistas y curiosos que desean saber más sobre la casa de aduanas de Dublín.
TheCustom House en Dublín es un edificio histórico y gubernamental situado junto al río Liffey. Es uno de los símbolos institucionales más importantes de Irlanda.
Actualmente, TheCustom House funciona como la sede del DepartmentofHousing, Local Government and Heritage, que se encarga de la vivienda, el gobierno local y el patrimonio nacional.
¿Quiéres más información sobre The custom house?
En su interior se desarrollan tareas administrativas relacionadas con políticas de vivienda, planificación urbana, gestión de autoridades locales y conservación del patrimonio irlandés.
Sí, TheCustom House de Dublín es una visita adecuada para familias con niños. El centro de visitantes ofrece una experiencia interactiva y multisensorial que incluye pantallas táctiles, bancos con audio y exposiciones visuales diseñadas para involucrar a visitantes de todas las edades. Además, cuenta con un «Stonemasons’ Trail» (Sendero de los canteros) especialmente pensado para que los más pequeños disfruten mientras aprenden sobre la historia del edificio .
Una forma práctica de visitar la Custom House con niños es aprovechando los pases turísticos que incluyen múltiples atracciones. Aquí tienes dos opciones destacadas para ahorrar tiempo y dinero:
Después de reponer fuerzas y disfrutar del ambiente en The Brazen Head, continuamos nuestra ruta hacia el Trinity College. Ya era última hora de la tarde y no teníamos entrada para visitar la biblioteca ese día, pero no quisimos dejar pasar la oportunidad de recorrer su emblemático campus.
Pasear por Trinity es como adentrarse en otro mundo: edificios históricos, jardines impecables y ese ambiente universitario tan inspirador. Nos acercamos a la entrada de la Biblioteca del Libro de Kells —solo para verla desde fuera esta vez—.
Aprovechamos para contarles a nuestros adolescentes por qué este lugar es tan especial: se conserva allí un manuscrito iluminado del siglo IX, creado por monjes celtas, que hoy es una auténtica joya del patrimonio irlandés.
Aunque ese día no entramos, teníamos la visita reservada para más adelante. Spoiler: vale muchísimo la pena.
Si estás organizando tu viaje, aquí te dejo una opción muy completa para visitar la biblioteca y otros lugares clave de la ciudad:
Llegamos como a las 18:30 que en Abril es la hora perfecta porque es cuando comienza a oscurecer y el entorno de Temple Bar es muy impactante para todos , incluidos los niños. Pero,
Si, es un buen lugar para visitarlo, pero si lo que quieres es entrar a un pub, cenar y o disfrutar de unas pintas con música en vivo es más para ir sin niños, de hecho no te van a dejar entrar con ellos si son muy pequeños.
A parte de los Pubs es habitual hacerse la fotografía junto a la estatua de Molly Malone.
Nos llamarón mucho la atención los siguientes pubs:
Si viajas a Dublín con niños o adolescentes, seguramente verás la estatua de una mujer con un carro de mariscos en pleno centro, cerca de Grafton Street. Esa es Molly Malone, una figura tan famosa que incluso tiene su propia canción —Cockles and Mussels— que muchos consideran el himno no oficial de la ciudad. Pero…
Cuando llegamos a la estatua de Molly Malone, mis hijos me preguntaron: “¿Y esta quién es?”. La verdad, yo tampoco lo tenía muy claro. Así que investigamos un poco… y acabamos descubriendo teorías de todo tipo. Algunas divertidas, otras curiosas. Te cuento lo que aprendimos.
Es la versión más romántica: Molly habría sido una vendedora ambulante de mejillones y berberechos en el Dublín del siglo XVII y murió joven, víctima de una enfermedad. En 1699, se registró una “Mary Malone” en iglesias de la ciudad, pero no hay pruebas sólidas de que sea la misma persona. El mito cobró fuerza en 1988 durante el Milenio de Dublín, cuando se proclamó el 13 de junio “Molly Malone Day” con base en esas actas.
La letra original sugiere que “by day she sold fish, by night something else…”. Algunos interpretan que “Molly Malone” era un nombre usado por prostitutas en el Dublín antiguo. Aunque no hay confirmación, es una teoría extendida que sitúa a Molly como símbolo de las mujeres trabajadoras y sobrevivientes de la época.
La teoría más respaldada por historiadores y académicos dice que Molly Malone no fue real. La canción apareció por primera vez en Boston en 1876 y luego en Londres en 1884, compuesta por James Yorkston en un estilo de music-hall. No hay rastros anteriores en canciones folclóricas tradicionales de Irlanda. Algunos incluso creen que era una sátira hacia los irlandeses.
✅ Conclusión:
No hay evidencia clara de que Molly Malone existiera en el siglo XVII como persona real.
El personaje mezcla historia, mitología urbana y marketing cultural.
Lo que sí es seguro es que la estatua de 1988, la canción, y todo el folklore han convertido la historia en una visita imprescindible para todos los turistas que visitamos Dublín.
La canción de Molly Malone es una balada tradicional irlandesa muy famosa, también conocida como «Cockles and Mussels». Es prácticamente el himno no oficial de Dublín, y se canta en eventos deportivos, escolares, y hasta en algunos pubs. Su letra es sencilla, pegadiza y un poco melancólica.
A continuación os dejamosla letra original en inglés y el video con la versión de The Dubliners.
In Dublin’s fair city
Where the girls are so pretty
I first set my eyes on sweet Molly Malone
As she wheeled her wheelbarrow
Through the streets, broad and narrow
Crying, «Cockles and mussels, alive, alive, oh»
Alive, alive, oh
Alive, alive, oh
Crying, «Cockles and mussels, alive, alive, oh»
She was a fishmonger
And sure it was no wonder
For so were her father and mother before
And they wheeled their barrow
Through the streets, broad and narrow
Crying, «Cockles and mussels, alive, alive, oh»
Alive, alive, oh
Alive, alive, oh
Crying, «Cockles and mussels, alive, alive, oh»
She died of a fever
And sure, no one could save her
And that was the end of sweet Molly Malone
Now her ghost wheels, her barrow
Through the streets, broad and narrow
Crying, «Cockles and mussels, alive, alive, oh»
Alive, alive, oh
Alive, alive, oh
Crying, «Cockles and mussels, alive, alive, oh»
Después del ritmo tan intenso que llevábamos decidimos buscar calma St. Stephen’s Green, uno de los parques más bonitos del centro. Es muy fácil llegar paseando desde la zona del Trinity College o incluso desde Temple Bar, y es una muy buena parada si viajas a Dublín con niños o adolescentes: hay bancos, patos, ardillas, árboles frondosos y espacio para desconectar del ruido urbano.
El parque está muy cuidado, con senderos que lo cruzan en todas direcciones, un lago, monumentos históricos y hasta un puente de piedra que parece sacado de una postal.
Aprovechamos para hacernos fotos, dejar que los adolescentes estirasen las piernas a su aire y disfrutar del ambiente tranquilo. Nos pareció un sitio muy agradable para relajarse sin prisas, incluso si no te interesan mucho los parques.
Después del paseo por St. Stephen’s Green, salimos por el extremo norte del parque y nos adentramos en Grafton Street, la calle comercial por excelencia de Dublín. Aquí no faltan músicos callejeros, escaparates tentadores, puestos de helados, tiendas de ropa y… sí, ese momento inevitable en que alguien de la familia quiere comprar “algo”.
En nuestro caso, fuimos picando en varias tiendas. Nada loco: algún recuerdo, algo de ropa y, cómo no, un par de antojos dulces. Aprovechamos también para entrar en una de las tiendas de la cadena Butler’s Chocolate Café, una marca de chocolate irlandés que merece mucho la pena si te gusta el dulce. Pedimos unos chocolates calientes y unas tabletas para llevar. Delicioso y perfecto¡¡.
En nuestro segundo día en Dublín decidimos alejarnos un poco del bullicio y respirar aire puro en uno de los rincones más bonitos y accesibles desde la ciudad: Howth, un pueblo costero perfecto para visitar con adolescentes.
La mejor forma de llegar a Howth es en el tren DART, un tren de cercanías que recorre la bahía de Dublín y conecta con pueblos como Howth o Bray.
El trayecto desde el centro dura unos 30 minutos, y es bastante asequible: ida y vuelta para dos adultos y dos niños nos costó 14 €.
Salimos temprano desde nuestro hotel, el Premier Inn Dublin City Centre (Gloucester Street South), y en unos 10 minutos a pie llegamos a la estación de Connolly. Allí compramos 4 billetes de ida y vuelta (2 de adulto y 2 infantiles, ya que en Dublín los menores de 18 años tienen tarifa reducida), y fuimos directamente al andén indicado en las pantallas.
Todo está muy bien señalizado, incluso si viajas en familia, y el personal de la estación fue muy amable cuando tuvimos una pequeña duda. Es una experiencia sencilla y recomendable para moverse con niños por Dublín.
Howth es un lugar que merece mucho la pena visitar ya que está muy cerca de Dublín y ofrece un plan diferente sin tener que pasar horas en transporte, como ocurre con otras excursiones que habitualmente son muy recomendadas, pero en nuestra opinión, no son una buena opción so viajas a Dublín 3 días, ya que suelen implicar unas 3 horas de ida y otras 3 de vuelta.
Lamentablemente, el tiempo no nos acompañó. El temporal fue tan fuerte que tuvimos que suspender la excursión a media mañana. Aun así, nos dio tiempo a ver algunas focas cerca del puerto, disfrutar de una parte de los acantilados y pasear un poco por el pueblo.
Si tienes la suerte de que haga buen tiempo, el Howth Cliff Walk es una ruta preciosa para hacer con adolescentes. No es muy dura, y las vistas al mar son espectaculares. Lleva calzado cómodo y algo de abrigo, incluso en verano.
Howth nos dejó con ganas de más. Si tienes o si tenéis más suerte con el clima, este pueblo puede darte un día entero de paseos, acantilados, focas, comida frente al mar y rincones para perderse.
¡En un día soleado Howth es excelente, en un día lluvioso se puede ir, y si hay previsión de temporal, lo mejor es no ir ¡
Si viajas con adolescentes que ya han tenido suficiente de iglesias y castillos, este barrio es una buena forma de mostrarles otra cara de la ciudad. Moderna, viva, diferente. A nosotros nos gustó mucho.
De camino al centro, paramos a ver el famoso Spire, una escultura metálica de 120 metros de altura que ubicada en O’Connell Street. No es especialmente impresionante, sobre todo si has viajado a Nueva York donde los rascacielos sí impresionan, pero la historia y controversia del Spire nos parecieron curiosas. ¡Vale, pero…
Diseñado por el estudio Ian Ritchie Architects, su estructura se va afinando desde los 3,27 metros de base hasta los 15 centímetros en la punta. De día, refleja suavemente el paisaje urbano y a quienes pasean cerca; de noche, su base se ilumina y la punta brilla como un faro moderno sobre la ciudad.
En su momento, causó controversia por no tener un vínculo claro con la historia o la arquitectura tradicional de Irlanda. Pero con el tiempo, ha ganado cariño popular y múltiples apodos graciosos, como the spike o stiletto in the ghetto. Hoy, es uno de los puntos de referencia más fotografiados de la ciudad y un lugar perfecto para quedar con amigos o simplemente mirar hacia arriba y dejarse sorprender.
Sí, ¡el Spire se balancea con el viento! En días de mucho aire puede inclinarse hasta 1,5 metros. Está pensado así, como los postes de luz. Su presencia reemplaza a la antigua Columna de Nelson, destruida en 1966, y aunque al principio generó polémica, hoy es uno de los símbolos más curiosos de Dublín.
Ideal para selfies, para punto de encuentro o simplemente para mirar hacia arriba y alucinar un rato.
The Portal o Portal de Dublín es una instalación interactiva que conecta en vivo a Dublín con ciudades como Nueva York, Polonia, Brasil y Lituania mediante una gran pantalla circular.
Permite ver y saludar en tiempo real a personas al otro lado del mundo.
Está situado justo al lado del Spire y es una de las novedades más llamativas de Dublín.
Inaugurado en 2024, este proyecto representa la conexión global y la unión cultural a través del arte y la tecnología, y ya se ha convertido en un nuevo atractivo turístico y símbolo de cercanía entre ciudades.
Más información en el sitio oficial de Portals.org.
El Portal digital que conecta en tiempo real las ciudades de Nueva York y Dublín se inauguró el 8 de mayo de 2024.
Sin embargo, problemas con el uso del Portal por parte de ciertos “personajes” obligaron a su cierre temporal el 14 de mayo de 2024, tan solo seis días después de su activación. El motivo: comportamientos lascivos y obscenos tanto en el lado neoyorquino como en el dublinés.
Tras implementar nuevas medidas de seguridad, como el difuminado automático de la cámara en caso de obstrucción y la ampliación de las barreras físicas, el Portal fue reabierto el 19 de mayo de 2024.
Fuente: El País
El uso que le damos a todos los espacios públicos y privados nos define como sociedad. Debemos hacer un uso responsable para encontrarnos mañana con la ciudad que merecemos.
Tras visitar el Portal de Dublín, aprovechamos que estábamos en la zona para hacer una parada rápida en el ILAC Shopping Centre. No era un plan principal, pero con apenas 20 minutos bastó para dar un paseo por sus tiendas, curiosear un poco y descansar del paseo.
Si viajas en familia, este centro comercial puede ser una opción práctica para reponer energías, comprar algo que os falte o simplemente resguardarse si el tiempo no acompaña.
Para la mañana del día 3 teníamos previsto visitar la famosa fábrica de Guinness, pero nos retrasamos al comprar las entradas y, como suele pasar en lugares tan populares, nos quedamos sin plaza. No pudimos vivir la experiencia desde dentro, así que no vamos a inventar. Pero sí sacamos una lección importante que queremos compartir: hay que reservar con mucha antelación, vayas con niños o sin ellos.
👉 Entradas para Guinness Storehouse
En nuestra opinión, sí. Pasear por el exterior de la fábrica tiene su encanto: el entorno es diferente a lo puramente turístico, con un aire industrial muy fotogénico. Ver la organización de la cola (¡interminable!) también da una idea de la popularidad del lugar. Preguntamos por si quedaban huecos de última hora, pero nos dijeron amablemente que todo estaba completo.Así que no, no entramos. Pero al menos nos llevamos una buena caminata, algunas fotos curiosas y un consejo clave para quienes estéis preparando vuestro viaje: reservad con tiempo o podríais quedaros fuera, como nosotros.
Cerca de Guinness encontramos la iglesia John’s Lane.
Ubicación: Thomas Street, Dublín
Esta iglesia católica del siglo XIX, construida por la Orden de San Agustín, es una de las joyas del estilo neogótico en Dublín. Su torre, que mide casi 60 metros, y sus vidrieras artísticas de colores nos impresionaron. No pudimos visitar su interior porque estaba cerrada.
El parque Fénix (Phoenix Park) es uno de los parques urbanos más grandes de Europa, con unas 700 hectáreas (7 km²) de extensión .
A continuación, algunas sugerencias de lo que se puede hacer en tu visita al Phoenix Park con tus hijos.
Una de las experiencias más emocionantes en Phoenix Park es poder ver a los ciervos en su hábitat natural. Suelen encontrarse cerca de la Cruz Papal, sobre todo por la mañana. Es importante no alimentarlos ni acercarse demasiado, pero basta con observarlos para que los más pequeños alucinen y los adolescentes saquen mil fotos.
En Phoenix Park hay varios 🏛️monumentos interesantes para una visita ligera y educativa en familia. Aquí van los principales:
Comer bien en Dublín con adolescentes no fue complicado. Aquí te contamos alguno de los sitios en los que paramos a comer, cenar o simplemente a picar algo entre paseo y paseo. Todos fueron lugares donde nos sentimos cómodos en familia, con opciones para todos los gustos y sin grandes complicaciones.
Cadena especializada en smoothies y bowls de fruta con açaí, ideal para tomar un snack si viajas con adolescentes. Una forma deliciosa de recargar energía sin recurrir a bollería o snacks poco saludables.
📍Ubicación: 10 Anne St S, Dublin 2, D02 RX28, Irlanda
Puedes elegir los ingredientes, añadir frutas frescas, granola, mantequilla de cacahuete… ¡y sirven todo al momento!
Imposible expresar con palabras el placer que fue disfrutar de ese açaí bowl. Tal vez lo más parecido sea un buen chocolate, aunque en este caso, con el plus de que es mucho más saludable. Algo que se agradece especialmente cuando viajamos con nuestros hijos, ¿no crees?
Ubicado en la zona de Temple Bar, junto al río Liffey,
Milano es un restaurante italiano con un ambiente muy relajado y acogedor.
Sus pizzas y su lasaña estuvieron exquisitas.
Nosotros optamos por cenar en este restaurante y nos gustó mucho.
📍 Ubicación: 19 Essex St E, Temple Bar, Dublin, D02 HW84, Irlanda
📞 Teléfono: +353 1 670 3384
Nando’s es una cadena de restaurantes de origen sudafricano especializada en pollo a la parrilla con salsa PERi-PERi, una mezcla picante de chiles africanos y especias portuguesas.
Nosotros pedimos burger y chicken wrap, por supuesto con la salsa PERi-PERi. Salimos contentos de este restaurante que, además, no estaba muy concurrido.
📍 Ubicación:
12 St Andrew’s St, Dublin 2, D02 ER83, Irlanda
Nuestro primer día en Dublín cenamos en el O’Neill’s Pub, un pub tradicional donde el típico estofado irlandés es realmente espectacular.
Como la mayoría de pubs en Sublín, suele estar muy concurrido, pero nosotros encontramos mesa para cenar los cuatro sin problema gracias a que fuimos temprano, como a las 20:00.
Situado junto a la estatua de Molly Malone, en pleno centro.
📍Ubicación:
Temple Bar, junto a la estatua de Molly Malone
Perfecto para cenar con niños o adolescentes si buscas una experiencia irlandesa auténtica, sabrosa y sin salir del centro de Dublín.
Durante nuestra ruta a pie por Dublín, descubrimos que la ciudad está llena de arte urbano que le da un carácter vibrante y único. Murales, graffitis y piezas creativas adornan muchas paredes, aportando color y mensaje a los barrios por donde paseamos.
Te dejamos algunas de las imágenes que capturamos en el camino:
Gran parte del arte urbano lo vimos cerca del Frank Sheehy Skeffington Bridge, construido en 1982, que además destaca por su estructura simple pero funcional. Por cierto, muy cerca encontramos un puente que nos recordó al estilo arquitectónico de Santiago Calatrava, similar al emblemático puente en Bilbao, con líneas modernas y curvas elegantes que contrastan con la historia de la ciudad.
Este contraste entre lo antiguo y lo contemporáneo se refleja también en las obras de arte callejero, que a menudo combinan elementos históricos con mensajes actuales, dando vida a las calles y haciendo que caminar por Dublín sea toda una experiencia visual y cultural.